Hola chocolates,
ya estoy en casa, hace cosa de quince minutos que
he llegado, me he puesto mi pijama, mi bata ya que soy la friolera número uno,
mis zapatillas y aquí estoy, dispuesta a contaros mi sabadito.
Creía que iba a ser bien diferente, lo tenia todo
planeado para irme a comer con una amiga, tenia que coger el bus, el metro,
cosa que no hago casi nunca, sobre todo el metro y bueno, que ha pasado..., he
metido la pata, me pasa a menudo.
Soy algo mayor pero vivo con mis padres, son
encantadores pero cuando quieren romperme la ilusión lo hacen y muy bien rota además,
puede que yo me pase un poco cuando discutimos, me pongo como loca y grito
tanto que me oirán hasta los vecinos de la calle de al lado pero no me importa
porque hoy sentía que tenia razón y soy así de cabezota.
A ver..., tengo principios de epilepsia, osea
ausencias, pequeñas y justamente hoy me ha pasado, cosa de segundos pero me he
sentido algo rara, medio insegura y yo, que soy tan pura y sincera se lo he
dicho a mi madre, después veo a mi padre y también se lo digo, de manera
normal, porque soy así, no escondo nada.
Directamente montones de palabras han salido de
sus bocas:
- Mejor no vayas sola por la calle.
- Te acompañamos en el coche.
-.El metro es peligroso.
- Y si te despistas y te pasa algo que hacemos??
Ooohhh, me ponen de los nervios, quería irme sola
y listo!!
Mira que he insistido pero me han ganado, no soy
una niña, lo pareceré, pero pronto sabréis la razón de porque me protegen
tanto.
La cosa es que hemos discutido a lo bestia, por así
decirlo, mi padre no me habla, se le pasara...
Me he quedado sin mi ilusión, ver a mi amiga,
comer juntas y pasar un día diferente, una aventura que me gustaba mucho hacer.
Me pasa de todo, pero bueno, hay muchos días,
espero volver a ilusionarme de nuevo y pasar este día con ella, mi amiga.
Besitos dulces
No hay comentarios:
Publicar un comentario